Pastor McArthur será defendido por la abogada personal del presidente de EE.UU.

Una de las abogadas del presidente Trump ha ofrecido su apoyo para defender al pastor John McArthur de las acusaciones de recibir amenazas de arresto.
Jenna Ellis, abogada personal de Trump, se ofreció para defender judicialmente a McArthur; tras ser acusado de «violar» las restricciones impuestas en el estado de California.
«Me mantengo firme con Grace Community Church, su Junta de Ancianos y el Pastor MacArthur en la verdad bíblica y las protecciones que las iglesias americanas brindan en nuestra Constitución», dijo Ellis.
«Espero poder abogar en su nombre y, con suerte, alentar a otros pastores e iglesias a que también tengan el coraje del pastor MacArthur para mantenerse firmes en que la iglesia es esencial», agregó.
Grace Community recibió una carta dónde se ordenaba el cese definitivo de sus actividades y una amenaza de multa conjuntamente con una de arresto; por desobedecer órdenes estatales con respecto a los servicios de adoración durante la pandemia.
California y su gobernador, Gavin Newsom emitieron una medida estricta que prohíbe todo tipo de reuniones en lugares cerrados, como las iglesias; McArthur enseguida se opuso a la medida y volvió a abrir su iglesia.
Para ello, el pastor emitió las siguientes palabras en un comunicado:
“En respuesta a la reciente orden estatal que exige que las iglesias en California limiten o suspendan todas las reuniones indefinidamente, nosotros, los pastores y ancianos de Grace Community Church, informamos respetuosamente a nuestros líderes cívicos que han excedido su jurisdicción legítima, y la fidelidad a Cristo nos prohíbe de observar las restricciones que quieren imponer a nuestros servicios corporativos de adoración «.
Su decisión estalló en ovación por parte de los creyentes, quiénes están a favor de congregarse a pesar de la pandemia; obviamente están usando las medidas de protección conocidas mundialmente para evitar contagios de Covid-19.
El pastor señala a los medios que le gobierno «no tiene derecho de decirle a la iglesia que hacer o lo que no».
«Nunca antes el gobierno había invadido el territorio que pertenece solo al Señor Jesucristo y nos dijo que no podemos encontrarnos, no podemos adorar, no podemos cantar. No hay poder otorgado al gobierno para tomar estas decisiones contra nosotros «, aseguró.
Actualmente, McArthur se enfrenta a esta medida a pesar de que su iglesia cumple con todos los protocolos de protección para toda su congregación; la cual pasa de las 1.000 personas.