Pastor de Louisiana tendrá medidas cautelares por haber celebrado los servicios en la iglesia
La semana pasada, un pastor de Central, Louisiana, fue puesto bajo arresto domiciliario y tendrá que usar un dispositivo de rastreo después de negarse a suspender los servicios de adoración en persona durante la pandemia de coronavirus, que ha visto la transición de la mayoría de las iglesias en todo el país a una reunión por Internet.
Tony Spell, quien dirige Life Tabernacle Church, realizó un servicio de adoración mientras usaba un monitor de tobillo el domingo, a pesar de haber sido puesto bajo arresto domiciliario.
El viernes, el juez de distrito Fred Crifasi le pidió a Spell que cumpla con las órdenes estatales que limitan la cantidad de personas que pueden reunirse en un lugar al mismo tiempo.
Esta no es la primera vez que Spell ha estado en las noticias.
La policía en Central, cerca de Baton Rouge, emitió una orden de arresto contra el predicador pentecostal el lunes pasado, acusándolo de maniobrar rápidamente un gran autobús de la iglesia, casi golpeando a una persona. Spell pronto fue detenido y transportado a la Prisión Parroquial East Baton Rouge.
El abogado del pastor, Joseph Long, dijo que no era la intención de su cliente golpear al manifestante cercano.
Sin embargo, Spell fue acusado de «asalto agravado» y «respaldo incorrecto». El Departamento de Policía Central señaló que el pastor «también era un fugitivo con órdenes de tránsito pendientes en la ciudad de Zachary y la parroquia East Baton Rouge».
Hablando por sí mismo, el ministro admitió en una entrevista con una estación de noticias local que, de hecho, estaba conduciendo el autobús de la iglesia y quería salir para enfrentar a un manifestante, aunque su esposa finalmente lo convenció de lo contrario.
El manifestante dijo que planea continuar protestando contra la iglesia «hasta que se levante la cuarentena o [Spell] cierre sus puertas».
En un mensaje de texto a un periodista del Washington Post, Spell dijo que no tiene intención de rendirse, y agregó que la policía tendrá que venir a sacarlo del santuario de su iglesia.
