diciembre 3, 2024

“Mirarán y verán a Jesús brillando sobre ti”, atleta glorifica a Dios al ganar en Tokio 2020

Con 22 años, Rebeca Andrade ha ganado una medalla de plata para Brasil y agradeció a Dios por esta gran victoria.

Andrade, quien es representante de Brasil en gimnasia artística individual, dedicó esta victoria a Dios con una hermosa frase a través de su Instagram.

“¡Mirarán y verán a Jesús brillando sobre ti! ¡Gracias Dios, gracias familia!”, escribió en la publicación.

Con su participación y victoria alcanzada, Andrade rompió récord en su país al ser la primera atleta que gana en esta categoría; la joven, quien ya había sufrido una lesión en la rodilla tres veces que hubiera podido alejarla del deporte, se convirtió en un símbolo de superación.

“Creo que aunque no hubiera ganado la medalla, habría hecho historia, precisamente por mi proceso para llegar aquí. No te rindas, cree en tu sueño y apégate a él. Siempre tendremos dificultades, pero tenemos que ser lo suficientemente fuertes para pasar un día. Tuve personas maravillosas que me ayudaron en este proceso, espero que tengas gente increíble que te ayude a llegar a la cima como lo tuve yo”, contó.

Teniendo un origen bastante humilde, su madre fue un impulso para no abandonar el deporte a pesar de las dificultades y desarrollar una carrera en la gimnasia, en la cual está desde que tenía 4 años con la ayuda de un proyecto deportivo de su comunidad en Vila Tijuco.

Su madre, quien era empleada doméstica ayudó en todo lo que pudo a Rebeca y a sus ocho hermanos más; quienes vivían en una sola habitación; casi todo el tiempo, no alcanzaban los recursos para poder pagar un transporte para la joven atleta.

«Fue muy difícil. Mi mamá no tenía dinero y me perdí el entrenamiento más de lo que fui. Se cansó de ir y venir del trabajo cuando me dio el dinero para el boleto. Mi hermano luego compró una bicicleta y me llevó, pero a veces se rompía. Pidió dinero prestado para que no hubiera escasez de alimentos. Y como no sobró, no pudimos comprar otras cosas. Solía ​​conseguir ropa de gente que me conocía y me la donaba”, dijo.

Al crecer consiguió ser llevada a uno de los centros de gimnasia más importantes de Brasil, logrando una excelente carrera en Río de Janeiro; su carrera también ha sido impulsada por todos los consejos que su madre le dio para no abandonar el deporte ante las adversidades.