“Lo perdono, porque es lo que Cristo haría”: Erika Kirk conmueve al mundo en el homenaje a su esposo

Ante más de 100.000 personas presentes y millones siguiendo en línea, Erika Kirk, viuda del defensor cristiano conservador Charlie Kirk, pronunció un discurso que dejó al mundo sin palabras: en medio del dolor por el asesinato de su esposo, ofreció perdón al tirador que le arrebató la vida.
Con la voz firme y la fe como sostén, Erika declaró:
“En la cruz, nuestro Salvador dijo: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. A ese hombre, a ese joven, lo perdono. Lo perdono porque es lo que Cristo hizo. Y es lo que Charlie haría”.

Un mensaje de fe en medio del dolor
Durante su conmovedor discurso, Erika recordó la pasión de su esposo por revitalizar la familia, guiar a los jóvenes y predicar un Evangelio que transforma vidas. Aseguró que Charlie murió “sin remordimientos”, habiendo entregado el 100% cada día de su vida.
Lejos de la violencia o el caos, tras su partida lo que se vio fue un avivamiento espiritual: personas que abrieron una Biblia por primera vez, que oraron luego de años, que se acercaron a una iglesia.
Con lágrimas y convicción, Erika animó a hombres y mujeres a abrazar los valores bíblicos en el matrimonio, en la familia y en la sociedad.
El poder de un legado
Erika relató detalles íntimos de su matrimonio: las notas de amor semanales que Charlie le escribía, su entrega como esposo y padre, y la misión que ambos compartían. “Mi matrimonio con Charlie fue lo mejor que me pasó en la vida”, expresó con gratitud.
Asimismo, desafió a los creyentes a cuidar la semilla de la fe que está brotando en medio de este dolor, recordando que “la respuesta al odio no es odio, sino amor”.

Un llamado a la esperanza en Cristo
El testimonio de Erika resonó como un eco del Evangelio: perdonar en medio de lo imperdonable, amar en medio del odio y sostenerse en la esperanza de que Jesús es la vida y la victoria final.
Aunque la muerte de Charlie Kirk dejó un vacío enorme, su legado continúa inspirando a miles. Y el mensaje de su esposa se convirtió en un faro de esperanza:
👉 El mal no tiene la última palabra. En Cristo, siempre vence el amor.