Insólito: En Tucumán, joven irrumpió en su propio velorio y dejó a todos “esperando la carroza”

Esperando la Carroza

Lo que parecía una escena sacada directamente del clásico del cine argentino Esperando la carroza terminó siendo una confusión tan real como desopilante en Villa Carmela, Tucumán. Un joven de 22 años irrumpió en su propio velorio al grito de “¡estoy vivo!”, dejando atónitos a familiares, vecinos y hasta al pastor que ya tenía lista la homilía.

El muchacho había sido dado por muerto tras un accidente en una ruta cercana. La madre, con el dolor a flor de piel, identificó erróneamente el cuerpo de otra persona y lo llevó a casa para la ceremonia fúnebre. Con la sala llena de llanto y coronas de flores, de repente apareció el verdadero protagonista, que lejos de venir “del más allá”, llegó caminando desde Alderetes.

“Fue un griterío total, algunos lloraban, otros se desmayaban y varios gritaban ‘¡Gloria a Dios!’ porque pensaban que había resucitado”, contó una vecina todavía en shock.

Las autoridades, con rostro serio, insistieron en que todo se trató de un error administrativo y que actuaron “con total seriedad”. Pero la comunidad ya rebautizó el episodio como “el velorio más recordado del barrio”, digno de una secuela tucumana del film de 1985.

Más allá de la confusión, la escena deja una reflexión para el pueblo cristiano: la vida es frágil, el error humano es posible, pero la esperanza en la resurrección es segura en Cristo. Mientras tanto, en Villa Carmela, nadie olvidará aquel velorio en el que la muerte fue desmentida en vivo y en directo.