Gobierno de Cuba amenaza con demoler iglesia evangélica en Santiago

Mover Apostólico,

Las Autoridades de Santiago, Cuba, han amenazado con eliminar el templo de la Iglesia del Mover Apostólico, del pastor Alain Toledano Valiente, así lo dio a conocer el Diario de Cuba en su sitio web, donde ha afirmado que por tres días el gobierno sostuvo las amenazas.

El pastor fue citado para discutir “la legalidad de las propiedades donde celebran los cultos de su congregación”, por parte de la Oficina de Planificación Fiscal local, de la Dirección de Vivienda.

«En este momento no tenemos templo por las demoliciones y expropiación que nos hicieron. La tierra que yo tenía nos la quitaron porque el Gobierno dijo que la necesitaba para un proyecto comunitario. Han pasado tres años y el proyecto no existe. Nuestras tierras están llenas de malezas, algunos vecinos se apropiaron de ellas y el Gobierno no ha tocado a nadie. Se hace evidente la malicia contra la iglesia y mi familia», denunció el pastor al Diario de Cuba.

Según le dijo el pastor al medio cubano, actualmente se congregan en el patio de uno de los miembros de la iglesia, donde se han celebrado distintos congresos para mujeres y jóvenes.

La tarea de la iglesia va dirigida a restaurar el servicio, la obediencia a los padres, la honra, los principios que deben mantener los jóvenes para caminar rectamente y no involucrarse en drogas. Estamos trabajando para tener una mejor sociedad», contó el pastor.

Ante todos los congresos las autoridades respondieron con la policía en la puerta de su casa para amenazarlo de arresto. “El jefe de la unidad me amenazó con que si celebraba esa conferencia iba a ser procesado y encerrado. ‘Aténgase a las consecuencias’, fue lo que me dijo. Nosotros dimos la conferencia con todas las mujeres de nuestra red», contó.

La iglesia del Mover Apostólico se fundó en 1999, desde entonces su rápido crecimiento ha inquietado a las autoridades cubanas, provocando persecución por parte del mismo gobierno.

«En 2007 fui desalojado de mi propia casa, no era un alquiler. Paralelo a eso, demolieron el templo que teníamos en la propiedad de uno de nuestros discípulos. Allí reuníamos a la iglesia. Se llevaron todo lo que había dentro, no nos entregaron nada: sillas, instrumentos musicales, audio, micrófonos, juguetes, utensilios de cocina, todo eso comprado en tiendas del Gobierno.»

Pese a todo, su iglesia no dejó de crecer y es cada vez más activa en la zona de El Salado. «Es un caserío sin dirección, frente al edificio 60», precisó.