«Estamos orando para que el Señor ponga ángeles alrededor de nuestras casas», dicen cristianos afganos
Varios cristianos se quedaron en Afganistán al no poder salir del país, es por ello que, escondidos, cuentan cómo sobreviven y cómo se aferran a Dios en los tiempos de incertidumbre por los que atraviesan.
Ciertamente, miles de afganos no lograron huir de su nación en los vuelos de evacuación proporcionados por países extranjeros, entre ellos están los cristianos, que al ser un grupo que corre peligro a causa de los talibanes, se han refugiado para mantenerse a salvo.
En Kabul, en el interior de una casa segura, un creyente al que han nombrado como Jaiuddin (nombre ficticio para proteger su identidad), se ha escondido con otros 12 ciudadanos.
El grupo ha estado en aquella residencia desde que los talibanes tomaron el país, semanas atrás.
En una entrevista reciente, Jaiuddin y los demás que le acompañan, señalaron que debido a que no tenían pasaportes o documentos emitidos por el gobierno estadounidense, no tuvieron la posibilidad de abordar un avión de evacuación.
Lamentablemente tuvieron que dejar pasar esa oportunidad y experimentar la sensación de que sus esperanzas disminuyeran mientras pasaba el tiempo.
«Uno de nosotros siempre está despierto durante la noche, siempre caminando y orando, así que si los talibanes vienen y llaman a nuestra puerta, debemos alertar a todos», dijo el creyente.
Sarah, una líder cristiana afgana, comentó que tenían planes de predicar, pero que con el panorama actual se hace casi imposible.
«Teníamos muchos planes para predicar el evangelio con otros hermanos y hermanas, pero luego los talibanes tomaron el control tan rápido, sucedió tan rápido».
Ahora que los talibanes han tomado el poder de Afganistán, se empieza a comprobar que sus intenciones hacia los cristianos del país no son las mejores.
«Todos los días recibo una llamada telefónica, de un número privado, y la persona, un soldado talibán, me advierte que si me ve de nuevo, me decapitará», dijo Jaiuddin un poco preocupado.
En medio de todo lo que han experimentado los afganos, incluidos los cristianos, Jaiuddin está convencido de que no teme morir, sin embargo, le pide al mundo que por favor ore por su nación.
«Estamos orando el uno por el otro para que el Señor ponga a sus ángeles alrededor de nuestra casa para nuestra protección y seguridad», declaró el creyente.
La comunidad de fe debe recordar el inmenso poder que hay en la oración, el cual es el medio para que Dios haga cosas sorprendentes y sobrenaturales.
Por tales razones motivamos a los creyentes a clamar constantemente por Afganistán y sus habitantes, para que el Señor tenga misericordia y cumpla su voluntad para con esta situación que ha impactado a las naciones del mundo.