image

De la controversia al cambio: el nuevo McGregor

El ex campeón de dos categorías de la UFC, Conor McGregor, dejó sin palabras a los asistentes de una conferencia del Bare Knuckle Fighting Championship (BKFC) en Italia, al hablar abiertamente sobre su fe y su relación con Jesús.

“Yo no estoy aquí por casualidad. Existe un poder superior, Dios, que dirige mi camino y el de todos nosotros. Vivo mi vida por la Palabra de Dios”, declaró el luchador irlandés al anunciar su participación en el evento BKFC 83.

Sus palabras, lejos del tono desafiante que caracterizó su carrera, reflejaron un cambio profundo en su visión de la vida, mostrando a un McGregor renovado y consciente de su propósito espiritual.


“Estoy salvo, estoy sanado”

Durante su intervención, el excampeón compartió que atraviesa una etapa de renovación interior:

“Me involucré en una jornada espiritual. Estoy salvo, estoy sanado.”

McGregor expresó entusiasmo por su regreso al octágono, pero también una convicción clara sobre su fe:

“El mundo está a punto de impresionarse. Esa chispa competitiva que estaba en mi corazón ahora es una llama ardiente. Estoy muy emocionado. Estos hombres van a salir y hacer lo que fueron llamados a hacer. Yo también fui llamado, y estoy ansioso por volver.”

Más allá del espectáculo deportivo, su mensaje reveló un propósito mayor: usar su plataforma para honrar a Dios y compartir un testimonio de transformación.


Una historia de caída, pausa y redención

El luchador vivió un período difícil tras una suspensión de 18 meses por el programa antidopaje de la UFC, un tiempo que —según reconoció— lo llevó a replantear sus prioridades y buscar sentido en la fe.

Paradójicamente, McGregor fue conocido años atrás por declaraciones polémicas, especialmente aquella de 2015, cuando dijo provocadoramente que “ni siquiera Jesús Cristo podría derrotarlo”.
En tono sarcástico, llegó a afirmar:

“Yo contra Jesús en el octágono… quizá podría volver de los muertos, no sé. Pero aun así, le daría una paliza.”

Aquel comentario generó críticas y oraciones en su contra, incluso del pastor estadounidense Donnie Romero, quien declaró:

“Oraré para que Dios trate con él, para que el mundo reconozca que Jesús tiene dominio sobre todo.”

Hoy, esas oraciones parecen haber encontrado respuesta.


Un hombre transformado por la Palabra

En contraste con su pasado, McGregor se muestra como un hombre reconciliado con Dios, afirmando que su talento y su éxito ya no le pertenecen, sino que son instrumentos para glorificar al Creador.

“Vivo guiado por el poder de Dios. Estoy a salvo, curado y listo para lo que Él ha preparado para mí”, concluyó, sellando así su testimonio ante miles de espectadores y millones de seguidores.


✝️ Reflexión METANOIA: del orgullo al propósito

La historia de McGregor es un recordatorio poderoso de que nadie está fuera del alcance de la gracia de Dios.
Lo que alguna vez fue arrogancia, hoy se transforma en adoración.
Como enseña 2 Corintios 5:17:

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”

En un mundo donde la fama y el ego suelen dominar, su testimonio nos desafía a creer que Dios puede redimir incluso los corazones más rebeldes y usarlos como instrumentos de Su gloria.

Porque cuando Jesús entra en la vida de alguien —sea un luchador o un espectador común— la verdadera batalla ya está ganada.