Bolsonaro es autoproclamado el «Elegido de Dios» para la reelección a la presidencia de Brasil

El pasado domingo se llevó a cabo una convención política en Brasil, la cual iba dirigida al apoyo para la reelección del presidente actual, Jair Bolsonaro, el mismo que dentro de una reunión proclamaron como “el elegido de Dios”.

Desde Maracanazinho, Río de Janeiro, Bolsonaro y todos los integrantes del Partido Liberal (PL) se reunieron en lo que fue el lanzamiento de su candidatura a la reelección a la presidencia del país, en donde su esposa, Michelle, estuvo a cargo de la apertura con un discurso donde resaltó los trabajos que realizó por la nación.

Antes de eso, el presidente subió y citó Proverbios 32 para hacer referencia a su esposa como una “mujer virtuosa”.

“El presidente Bolsonaro es un elegido de Dios”, dijo ella destacando las distintas leyes que se ampliaron en su gestión para beneficio y protección de las mujeres, como una pensión para niños con necesidades especiales.

Más adelante, Michelle habló sobre el momento en el que el presidente recibió una puñalada durante su campaña de 2018, en donde expresó que lo dejó todo en manos de Dios “porque Él tiene control de todas las cosas”, y que el Señor ama a Brasil al permitirle estar con Bolsonaro desde la presidencia.

“Tú tienes el control de todas las cosas (…) Esta nación es rica, es próspera. Simplemente fue mal administrada. Dios ama a esta nación”, expresó ella al público agregando una referencia a Proverbios 29 en donde afirmó que el país necesita una reelección para una liberación.

“Dios tiene promesas para Brasil, y esas promesas se cumplirán. Esta lucha no es contra hombres y mujeres, es contra principados y potestades”, agregó.

De inmediato el discurso de la primera dama fue objeto de críticas por parte del periodismo nacional, debido a que la mayoría de sus palabras fueron orientadas más hacia el favor y la gracia del Señor sobre todos, hablando de la salvación a precio de sangre, el poder de Dios sobre todo y como han sido realmente bendecidos; muchos afirman que el discurso se convirtió en «un sermón mesiánico».

Por su parte, Bolsonaro llamó a todos a protestar por los derechos de Brasil sobre otras potencias mundiales, y pidió a Dios para que “su pueblo nunca experimente el dolor del comunismo” refiriéndose indirectamente a su rival, Lula da Silva.