Insólito: Vendió el catering de una boda, lo cobró y se hizo pasar por muerto para no entregarlo

catering

las más leídas

A pocas horas de celebrarse una boda, el responsable de la empresa de catering de España envió un correo electrónico a la novia fingiendo que él y su hijo habían fallecido para no servir un banquete que ya habían cobrado, una mentira que la Justicia reconoce pero que no castiga al no considerarla una estafa.

Porque pese a faltar a la verdad y no prestar el servicio de catering ni devolver el dinero a los novios, la Audiencia Provincial de Madrid les absuelve en una sentencia, a la que ha tenido acceso la agencia Efe, de un delito de estafa, por el que la Fiscalía pedía un año y tres meses de prisión para padre e hijo. El fallo es apelable.

La historia es cuanto menos surrealista. En junio de 2015, Sorina y Leonardo delegaron la responsabilidad del banquete a la empresa Catering Módena, con la que concertaron a través de un contrato verbal, que nunca se puso sobre papel, un precio de 1.980 euros.

Como habían acordado, la pareja adelantó el 75% del precio, 1.500 euros, en la cuenta corriente acordada. Y de esta forma pensaron que ya podían dormir tranquilos. Nada más lejos de la realidad.

Todo transcurría con normalidad cuando la víspera, el hijo llevó una carpa de lona al lugar donde se iba celebrar el banquete el 5 de septiembre de 2015. Pero la sorpresa/angustia no tardó en llegar.

Sorina se despertó el día más importante de su vida con un email de la empresa de catering -escrito por el padre-, que le anunciaba que nadie iba a poder encargarse de su banquete porque los responsables acababan de morir en un terrible accidente en sus instalaciones y que les iban a devolver el dinero.

La sentencia dice lo siguiente: «Jesús, desde la cuenta de la empresa, remitió a Sorina un correo electrónico, en el que, faltando a la verdad, le comunicó la imposibilidad de cumplir con lo concertado, porque él mismo y un hijo suyo habían fallecido en un accidente producido en las instalaciones de la empresa». Y aquí termina el relato de hechos probados, con la mentira al descubierto.

Aunque el día de la ceremonia y después de leer el email con la terrible noticia, los novios no consiguieron hablar con la empresa, Leonardo logró al día siguiente que alguien le atendiera el teléfono: un hombre que decía ser el hermano de Jesús, y que le comunicó que en ese mismo instante estaban siendo enterrados padre e hijo.

Después de meses sin recibir noticias de la empresa ni la devolución del dinero, Sorina y Leonardo descubrieron por internet que Catering Módena había protagonizado otros episodios similares. Al menos seis parejas formaban parte de un grupo en Facebook que se habían unido con este motivo, alegando una presunta estafa.

Pero lo magistrados no ven indicios suficientes de estafa, porque «el engaño surge cuando el autor simula un propósito serio de contratar cuando, en realidad, solo pretende aprovecharse de las prestaciones a que se obliga a la otra parte», esto es del dinero, «aprovechándose de la confianza y la buena fe del perjudicado con claro y terminante ánimo inicial de incumplir lo convenido».