Un depredador inesperado en la Patagonia: descubren un dinosaurio gigante que vivió hace 70 millones de años

Una garra del pulgar de Joaquinraptor casali. Vivió hace 66 millones de años, poco antes de la extinción masiva de los dinosaurios (Matt Lamanna)/INFOBAE
La Patagonia Argentina vuelve a sorprender al mundo científico. Un equipo de investigadores del CONICET, universidades nacionales y el Museo de Historia Natural Carnegie (EE.UU.) presentó el hallazgo de un nuevo dinosaurio carnívoro gigante: Joaquinraptor casali, un depredador que habitó el sur de Chubut hace unos 70 millones de años, poco antes de la gran extinción que borró a los dinosaurios no avianos de la faz de la Tierra.
El fósil —publicado en la prestigiosa revista Nature Communications— incluye parte del cráneo, vértebras, costillas y extremidades. Los análisis indican que perteneció a un ejemplar adulto de 19 años, que superaba la tonelada de peso y se ubica entre los megarratóridos patagónicos más grandes conocidos hasta hoy.

Una mandíbula con sorpresa
Uno de los aspectos más llamativos fue la presencia de un hueso de cocodrilo incrustado en su mandíbula, lo que abre interrogantes sobre su dieta. ¿Se trataba de una presa habitual o de un hallazgo fortuito? Para los paleontólogos, la respuesta podría redefinir la cadena alimentaria de fines del Cretácico en Sudamérica.

Un nombre con historia
El nombre Joaquinraptor rinde homenaje a Joaquín, hijo del paleontólogo Lucio Manuel Ibiricu, primer autor del estudio, mientras que “casali” recuerda a Gabriel Andrés Casal, referente en el estudio del Cretácico patagónico. El hallazgo fue realizado en la Formación Lago Colhué Huapi, una región clave para reconstruir los ecosistemas que precedieron a la extinción masiva.

Expectativas científicas
Antes de este descubrimiento, el registro fósil de los megarratóridos era fragmentario y motivo de debate: algunos especialistas los relacionaban con los alosaurios, mientras otros los vinculaban a los tiranosaurios. El Joaquinraptor casali aporta piezas únicas del cráneo y otros huesos, lo que permite reconstruir con mayor precisión la evolución de este linaje de depredadores.
“Este hallazgo empuja el registro de los megarratóridos mucho más cerca del límite de la gran extinción. Nos muestra que estos animales dominaron la Patagonia hasta los últimos capítulos de la Era Mesozoica”, señaló el paleontólogo Fernando Novas, del CONICET y la Fundación Azara.
El misterio continúa
El descubrimiento no solo amplía el panorama sobre los grandes depredadores patagónicos, sino que también deja abiertas varias preguntas:
- ¿Formaban los megarratóridos una familia propia dentro de los dinosaurios carnívoros?
- ¿El hueso de cocodrilo hallado en su boca confirma un patrón de alimentación o es una rareza?
- ¿Qué papel jugó la especialización de sus brazos en su supervivencia y adaptación?
Mientras tanto, la Patagonia se reafirma como un verdadero laboratorio a cielo abierto, donde cada hallazgo no solo reconstruye el pasado remoto de la Tierra, sino que también enciende la expectativa de lo que aún queda por descubrir bajo sus suelos.
Fuente: INFOBAE