Los cuentitos del Tío Mariano…

Juguemos por algunos minutos que volvemos a nuestra más tierna infancia y que tenemos la posibilidad de darle rienda suelta a nuestra imaginación…  Nos sentamos en “canastita” y escuchamos una linda historia:

En cierta oportunidad había en una fabrica una importante y moderna máquina que dejó de funcionar.

Nadie sabía como arreglarla por más que intentaran hacerlo. Fue así que el dueño de esa fabrica decidió llamar a un especialista. Cuando este llego estudió con detenimiento a la máquina por un largo rato mientras todos lo miraban, hasta que por fin fue hasta su caja de herramientas, sacó un destornillador y procedió a ajustar un tornillo. Al instante la moderna máquina comenzó a funcionar.

Cuando el dueño de la fabrica le preguntó por los honorarios, el técnico le dijo que eran $ 1000 pesos, lo que causó gran asombro.  -¿MIL pesos por ajustar un tornillo? – dijo el dueño de esa fabrica y agregó:

– Yo le voy a pagar los mil pesos solo si Ud. me pasa una factura detallada de la tarea que realizó (pensando en lo difícil que le resultaría al especialista explicar que cobraría una cantidad tan grande de dinero por una tarea tan simple). Al día siguiente llegó a la fabrica aquel especialista con una factura detallada que decía:

‑ Apretar un tomillo             $     1,00

‑ Saber que tornillo apretar  $ 999,00

El dueño de esa fábrica sacó el dinero y le pagó por su trabajo.

Que los “cuentitos” de este espacio te dejen pensando un rato está bueno, pero es mucho mejor que te pongan en acción…

Nos llenamos la boca hablando de la excelencia con la que tenemos que hacer las cosas, de la excelencia con la que tenemos que servir a Dios. Excelencia aquí, excelencia allá… Pero ¿Estás a la altura de las circunstancias? ¿No estás cansado de tocar de oído cuando en realidad podes estar capacitado para hacerlo aún mejor? 

Sacale la pausa al cerebro y pensa en todos los beneficios que te trae estar formado:

• Te dignifica,
• Te hace mejor persona,
• Te ayuda a la hora de tomar decisiones,
• evita que los demás se aprovechen de vos,
• Te inserta en la sociedad que es cada vez más exigente,
• Te abre puertas,
• Te convierte en el mejor postulante y por ende en la mejor opción,
• Te pone a la altura de las necesidades.

El mundo avanza de una forma tremenda y uno no puede darse el lujo de quedarse como espectador. Para conseguir un trabajo ya no solo hace falta tener secundario completo, hoy exigen saber computación, hablar otro idioma, tener un título, etc. Las empresas para alcanzar nuevos estándares o niveles, para vender más o para exportar deben cumplir con nuevas exigencias y estas requieren de personal capacitado.

No aprietes todavía el botón de la pausa, seguí pensando… Si necesitaras operarte

No basta con nuestras mejores intenciones, no alcanza con nuestro mejor esfuerzo si en realidad podemos dar mucho más.

Ah! Ya sé!: Estudiar demanda tiempo y dinero… ¿Y acaso Dios no lo vale?

Si soñamos con un país distinto sembremos hoy las semillas del esfuerzo para tener mañana una generación preparada y, así, alcanzar los lugares de privilegio haciendo flamear en ellos la bandera del Señor.

¿No te gustaría que el intendente de la ciudad sea cristiano? O mejor aún ¿No sería genial que el presidente de la nación lo fuera? ¿Y porqué siempre tienen que ser lo otros los que lleguen? A mí no me cabe la más mínima duda que si Dios te llamó lo hizo para que seas el mejor en el lugar donde estás, y para que te prepares para los lugares a los que Él te quiera llevar…

Si ya sé que las piernas te duelen por estar tanto tiempo en esa “canastita”…

Ya te podes levantar, pero te animo a que no te dejes estar… 

Si no pudiste concluir tus estudios, no importa la edad que tengas… hacélo ahora.

Si ves que los demás progresan y vos te quedas… capacitate hoy!!

Si tenes deseos de superarte… este es el tiempo!!!

Estar preparado te eleva como persona…. y al estar arriba a las cosas las ves de otra manera.

By: Pastor Mariano Frattini