noviembre 21, 2024

Insólito: El estadio de fútbol más loco del mundo: ¡lo atraviesa un tren!

En el mundo del fútbol hay estadios bastante curiosos: pegados a una montaña, junto al mar o un aeropuerto, por poner algunos ejemplos. Pero el club de fútbol TJ Tatran Cierny Balog, de Eslovaquia, podría tener el estadio más insólito del planeta: ¡hay un tren a vapor que lo atraviesa durante los partidos!

Cierny Balog es una pequeña ciudad eslovaca de unos 5.100 habitantes, y se ha convertido en una especie de punto turístico en los últimos siete años aproximadamente, y todo gracias a su estadio de fútbol. En 2015, un video de una máquina de vapor atravesando el estadio, sobre unas vías situadas justo entre el campo de juego y la única grada existente se hizo viral en Internet, dejando a mucha gente rascándose la cabeza. ¿Era un CGI, formaba parte de un evento único, o había realmente un tren que pasaba regularmente por el estadio? Bueno, aunque suene raro, esto último era realmente correcto. El ferrocarril Čiernohronska pasa justo por el estadio Cierny Balog, y un tren turístico a vapor pasa por él durante todo el verano.

El estadio se construyó en la década de 1980, cuando el antiguo ferrocarril ya no se utilizaba. No está claro por qué el municipio eligió ese lugar exacto para construir un estadio de fútbol, pero durante toda una década, las vías del tren que pasaban por allí eran sólo parte del decorado. Las cosas cambiaron a principios de los años ’90, cuando un grupo de entusiastas eslovacos empezó a reparar las vías del tren. En 1992, se reabrió oficialmente como ferrocarril patrimonial para los turistas.

Durante el verano, los turistas que quieran admirar la belleza de las montañas del Bajo Tatra desde un tren pueden comprar billetes para un tren de época impulsado por una máquina de vapor que recorre una línea de 17 km entre Chvatimech y Vydrovo. El paso por el estadio Cierny Balog es uno de los momentos más destacados del viaje.

Ver el tren de vapor atravesando el estadio durante un partido de fútbol es una experiencia bastante surrealista. Los jugadores intentan ignorar el tren y su potente señal de silbido, mientras que en la tribuna, algunos espectadores saludan al tren, mientras que otros intentan mantener su atención en el partido.