«Hasta que nieguen a Jesús», radicales y policías hindúes atacan a cristianos en pleno culto

En medio de un violento ataque de radicales musulmanes en India, la policía se unió a los extremistas mientras golpeaban a un grupo de cristianos luego de acusarlos de conversiones fraudulentas.
En Pradesh, India, un grupo de extremistas hindúes y la policía se unieron para golpear a miembros de la congregación Iglesia del Evangelio Celestial; entre los afectados habían mujeres y niños.
«Continuaremos golpeándolos hasta que maldigan o nieguen a Jesús«, le expresaron los atacantes a las víctimas.
Los extremistas usaron palos de madera para golpear a 7 hombres, 10 mujeres y 10 niños además de usar las sillas de la iglesia; el dueño del local también se vio afectado.
Los mismos amenazaron con matarlos aún estando las patrullas de la policía muy cerca del lugar; los cuales no hicieron nada por detener el ataque.

«Nos arrastraron descalzos afuera, bajo amenazas de atacantes que nos dijeron que nos romperían las manos y las piernas y nos matarían», dijo un testigo.
HS David, pastor de la iglesia, le dijo a medios locales que los atacantes no dijeron nada ni mencionaron ninguna razón por la que detuvieron el servicio de adoración; luego de eso los encerraron para que nadie pudiera escapar de los golpes que les darían.
«Literalmente nos arrastraron a cinco de nosotros, incluido el propietario hindú del salón, desde el interior del salón hasta la calle y luego la paliza sólo se intensificó. Nos obligaron a permanecer en la posición de Murga (una posición extremadamente incómoda, utilizada como castigo en partes del subcontinente indio) y luego continuaron golpeándonos con palos y sus piernas», relató el pastor.
Tan pronto como llegó la policía, también comenzaron a golpearlos antes de arrestarlos, incluidas a las mujeres.
«El policía nunca nos preguntó por qué nos golpeaban. En cambio, Singh empezó a golpearnos con un palo antes de arrestarnos. Incluso abusó verbalmente de las mujeres cristianas que estaban allí y amenazó con arrestarlas también», dijo el testigo.
Estando en la comisaría, a los cristianos los esperaba una multitud de islamistas violentos, frente a ellos varios funcionarios más amenazaron a los creyentes y maldijeron el nombre de Cristo.
Incluso los medicos se negaron a atender a quienes estaban heridos, «El médico ni siquiera nos tocó. Simplemente nos preguntó verbalmente dónde nos dolía, escribió algo en un papel y se lo entregó a la policía. Ni siquiera pudimos leer lo que había escrito», contó.
Al devolverlos hasta la estación de policía, las autoridades los obligaron a firmar dos documentos sin poder leerlos, «No pudimos leer lo que estaba escrito en ellos, porque la policía nos obligaba. No sabemos lo que firmamos», explicó.
Pasadas las 8 de la noche fueron liberados y como si fuera alguna evidencia de conversiones forzadas, les confiscaron biblias, libros, un teclado, una mesa y un diario.