Marcha a favor de la vida en defensa de Leandro Rodríguez Lastra

«Lo culpan por salvar una vida… ¿No estudian para eso los médicos?«. «Tu hijo tiene derecho a vivir. Siente todo, no lo mates». Con esas y otras frases en pancartas, cartulinas y remeras, este sábado organizaciones a favor de la vida tiñeron la Plaza de Mayo de color celeste.
Miles de personas se movilizaron hacia el Congreso en defensa de Leandro Rodríguez Lastra.
El ginecólogo, que fue condenado por incumplimiento de los deberes de funcionarios público, es uno de los oradores del acto central. “Soy un héroe para ustedes, la justicia dice que soy un criminal”, dijo.
“Están tratando de someternos a los médicos”, denunció. «Yo soy una consigna. Detrás de esa consigna está la vida, la libertad, la no condena a través de una ideología”, siguió.
“Gracias por desoír a los medios que dicen que soy un violento y machista”, dijo el ginecólogo que criticó a los militantes que abogan por el aborto legal. «Sigan luchando que se que no es fácil porque hay mucha ideología. Los verdes son moda, ustedes no», manifestó.
Rodríguez Lastra fue condenado por el juez de primera instancia Alvaro Meynet de la ciudad de Cipolletti, pero aún resta dictar la sentencia, que fue postergada.
Las organizaciones «provida», con la Fundación Mas Vida a la cabeza, entienden que el fallo es incorrecto, y reviste el carácter de persecución al personal médico, motivo por el cual decidieron manifestarse.
“El médico es inocente. por eso estamos acá. Creo que la sociedad está cada vez más comprometida y empapada de la realidad que hay detrás del aborto, pasamos de un mero ‘debate’ impulsado por Macri, al desenmascaramiento del negocio que hay detrás de un proyecto que se volvió a presentar este año, sin importar el rechazo de agosto”, dijo Raúl Magnasco.
Él fue el conductor del acto, además del organizador, y es el principal referente del lado “celeste” del debate por el aborto. Llegó muy temprano a Congreso, porque gestionó los permisos para la instalación del escenario.
“La sociedad está más firme, y la prueba son las encuestas recientes. Hoy ya nadie cree las cifras de supuestos 500 mil abortos, o eso de que es una principal causa de muerte. Todo eso fue gracias al debate. Pero sí creen que el aborto es peligroso siempre, independientemente de donde se comete, y por supuesto que es un gran negocio, alcanza con ver los millones que recibe casa FUSA”, apuntó.
El médico Rodríguez Lastra apelará después de la audiencia de Cesura, donde se comunique la sentencia. Mientras continuará trabajando en la Guardia del hospital de Cipolletti.
Ayelén Alancay, dirigente de esa fundación, fue otra de las oradoras. Su discurso partió de lo que ella misma vivió. “Lo enfoqué en la importancia de ayudar a las mujeres en situaciones vulnerables para que puedan vivir una maternidad plena, ninguna mujer quiere abortar, lo digo desde la experiencia de ayuda a madres», contó.
«Mi historia es un testimonio viviente de lo que digo, fui no planificada y mi madre pensó en el aborto ante una situación de soledad por parte de su familia y además sin trabajo ni estudios, gracias a la ayuda de su mejor amiga que le abrió las puertas de su hogar y nos ayudaron en todas nuestras necesidades hoy estoy acá. Me crié en un entorno muy humilde pero con mucho amor, hoy soy contadora pública ( la primera profesional de su familia), me casé y tengo una hermosa hija», relató.
«Por lo que hoy me siento en deuda por la ayuda que le dieron a mi madre y a mí para que pueda vivir, es que me dedico a ayudar a madres en condiciones vulnerables para que más niños como yo tengan la oportunidad de vivir”, explicó.
Ayelén además adelantó que evalúan la posibilidad de recurrir al Consejo de la Magistratura para denunciar a Meynet por el delito de Prevaricato. Eso se traduce en que su accionar, aseguró, llevó a una resolución “arbitraria, injusta, y contraria a la ley”.
Volviendo al caso de la chica de 19 años que pedía abortar, los análisis revelaron que tenía más de 22 semanas de gestación (5 meses). Rodríguez Lastra decidió no interrumpirlo porque, a su juicio, iba a poner en peligro la vida de la madre y la del bebé que podría haber nacido con graves deficiencias.
El ginecólogo determinó la internación por dos meses más hasta que la gestación cumplió las 35 semanas. En ese momento en el que le fue inducido el parto.
“El doctor es inocente porque el comprobó que el riesgo de salud que tenía esta chica cuando llegó con un aborto inducido era grande. Ella podía morir. Teniendo en cuenta tambien que tenía un embarazo avanzado de 5 meses la práctica del aborto sobre esta joven podría haber terminado con la muerte de ella. ¿Lo vamos a juzgar por salvar?”, dijo Araceli Burth, es de la ONG Hablemos de vida de Claypole.