Mujer dice que Dios la llamó a guardar provisiones para el rapto

Lynda es una anciana que creció en una religión en la que requerían que los miembros obedientes del lugar conservaran y mantuvieran un suministro de alimentos, combustible y ropa para dos años (ahora solo recomiendan un año).
“Las despensas de mi tía y mi abuela eran como mini tiendas de comestibles, todo ordenado, ordenado, comida vieja girada hacia el frente para ser consumida y no desperdiciada”, cuenta Lynda.
Lynda es fanática de leer el libro de Apocalipsis de su Biblia y cree profundamente en el Rapto, que el más justo de los Hijos de Dios será llevado al cielo en un instante cuando llegue el fin del mundo.
«Creo que estamos al comienzo de los últimos tiempos», dice Lynda.
Sin embargo ésta mujer pasó de un externo a otro, y siguiendo la tradición de su familia comenzó acumular suministros en su casa para que las personas que se quedan en el rapto de la iglesia tengan provisiones.
A Lynda se le salió de las manos su plan de contingencia, ya que todo está atascado donde ella puede tirar una caja o tirar una lata. Ropa, mantas, libros, sacos de dormir, todo está amontonado, empujado y escondido, llamando a todo lo que posee “el tesoro del rapto”.
La dificultad radica en el hecho de que Lynda cree que “ha sido llamada por Dios para almacenar estos tesoros para sus hijos menos afortunados”.
Su hijo, Tony, cree que está fuera de sus cabales por lo que pidió ayuda profesional a la Dra. Melva Green.
“Puedo limpiar el lugar. Pero no puedo hacer nada acerca de cómo ella piensa acerca de estas cosas», comenta Tony.
Tras comenzar el tratamiento con la especialista Lynda accedió a limpiar su casa, con ayuda de su familia lograron organizar todo y deshacerse de los desechos. En medio de este proceso su hijo Tony le brindó su apoyo y amor para que ella pudiera sentirse segura y así restaurar su relación que estaba rota.
Ahora Lynda está trabajando con un terapeuta y organizador. Su prioridad número uno es mantener su hogar limpio.